MUNDO MACHANGO

D&D: CAMPAÑA BÁSICA

LA LIBERACIÓN DE RALLION

Eran malos tiempos para las tierras de Rallion. Los trasgos campaban a sus anchas por doquier. En la aldea de Holbrook, un grupo de valientes liderados por el alguacil Mallbuck salieron a la caza de enemigos, que se estaban concentrando en los alrededores, causando graves incidentes e impidiendo las labores comerciales. Sólo unos pocos volvieron.

Cuando Regdar preguntó por el destino de su tío, el alguacil Mallbuck, los supervivientes dijeron que los trasgos lo habían hecho prisionero. ¿Por qué no le dieron muerte, como a los demás? ¿A dónde se lo han llevado?

Esas preguntas requerían respuestas, y Regdar no era un hombre al que le gustara dudar. Junto a Mialee, la hechicera del pueblo, Jozan, el sacerdote del templo, y su inseparable compañera Lidda, marcharon al norte en busca de un rastro que pudiera conducirles hasta su tío. 

EPISODIO 01: LOS BANDIDOS TRASGOS


Nuestros héroes siguen el rastro de una banda de trasgos hasta su escondite: una cueva en lo más profundo del bosque cercano a Holbrook. El objetivo es eliminarlos y encontrar a Mallbuck. Parecía algo fácil acabar con un grupo de trasgos, pero su ferocidad era impresionante. 


Las cosas empezaron a torcerse cuando Lidda abrió un cofre trampa que hirió al grupo entero. Jozan empezó a fallar tiradas hasta que finalmente cayó a manos de los trasgos, mientras Regdar se enfrentaba a un grupo de ellos en la habitación de al lado. Con pocos puntos de vida, Lidda decidió usar sus dagas arrojadizas, pero las pierde al obtener una estrella en el dado. Un mal comienzo. Con todo, Mialee consigue rematar al trasgo herido por las dagas de Lidda lanzando su conjuro de proyectil, y así salvan la vida. 

En la habitación de al lado, Regdar interroga a un trasgo mal herido. Este grupo es sólo la avanzadilla de una banda mucho mayor. Una banda de saqueadores liderados por un Bugbear llamado Angor. 


EPISODIO 02: LA HUELLA DEL MAL

Con la información que consiguieron al interrogar al trasgo, los héroes llegaron hasta el escondite de Angor, buscando encontrar por fin a Mallbuck. El escondite estaba en un antiguo templo derruido, lleno de trampas.


Lidda debía actuar bien, pero su inexperiencia le jugó una mala pasada. En la parte exterior del templo consigue localizar dos trampas, pero luego la pifia y obtiene una mano en el dado. Esto impide a Lidda seguir buscando, y el grupo pierde muchas heridas al atravesar una sala llena de fosos. 


Pero es cuando encuentran a Angor y su guardia personal de trasgos, cuando las cosas emperzaron a ponerse feas. Lidda, que iba sin armas (recuerda que perdió las dagas en el episodio anterior), esquivaba el combate y no hacía más que buscar en los cofres cuanto podía. Mialee, que había sufrido muchas heridas con las trampas, intenta mantenerse al margen. Así pues, mientras ellas intentan eludir el enfrentamiento, Regdar y Jozan se baten el cobre contra los trasgos. 

Y he aquí que Lidda encuentra el Martillo de la Libertad. Se lo da a Regdar a cambio de su espada corta, y el guerrero humano no pierde más tiempo: se lanza contra Angrod a por su cabeza. En ese momento, Jozan encuentra el conjuro de la Flecha Ácida de Melf, usa su plegaria de Restablecimiento Mayor, y marcha junto al guerrero a la caza del bugbear. Entonces Mialee se encuentró sola, rodeada de trasgos, pero Regdar le salvó la vida utilizando el Cuerno de Llamada, poniéndola a salvo tras de sí. 

Jozan invoca el poder de la Flecha Ácida de Melf, y pulveriza a Angrod, que tenía arrinconada a Lidda, acosándola con los golpes de su maza. Mientras cae, con sus últimas fuerzas, Angrod grita a sus trasgos: ¡Proteged la esfera!


EPISODIO 03: LA ALDEA EMBRUJADA

Esa última frase de Angrod era la única pista que tenían Regdar y los suyos de encontrar al alguacil, pero no sabían por dónde empezar. Entonces a Mialee dijo que debía consultar unos libros en su propia biblioteca, pues tenía una corazonada. En ellos encontró una pista: quizás Angrod se refería a la Esfera de Visión Verdadera, un artefacto de gran poder que se encontraba custodiado por un grupo pseudo religioso en la Aldea de la Cruz de Yeland. La misión tiene una doble importancia: evitar que los monstruos consigan la esfera, y usar el artefacto para encontrar el lugar en el que tienen retenido a Mallbuck.


Cuando llegan a la Aldea de la Cruz de Yeland, se dan cuenta de que ha sido arrasada por las huestes de Angrod. Los primeros enemigos a los que se enfrentan son un grupo de esqueletos, que por alguna influencia maligna han vuelto a la vida. El poder del Martillo de la Libertad de Regdar y la capacidad de expulsar muertos vivientes de Jozan son claves en esta ocasión, y aunque hay varias trampas de resurrección maligna, los héroes pasan sin problemas por esta primera fase.

Sin embargo, al llegar al tablero central, las cosas empiezan a torcerse. Al encontrarse con los trasgos, Regdar sufrió un montón de heridas. Pero la peor parte se la llevó Mialee, que sale de la partida al pisar varias trampas que agotan sus heridas. Mientras tanto, Lidda no encuentra en los cofres más que una poción de Carcajada Terrible. 


Consiguen llegar muy heridos hasta la siguiente mazmorra, en la que les aguarda un curioso comité de bienvenida. Un gnoll que roía los huesos de un viejo esqueleto, que cobra vida al entrar los héroes. Jozan falla en su plegaria de expulsión, y no puede más que confiar en Regdar, curándole con su Restablecimiento Mayor. Cuando las cosas se ponían más feas, Lidda encuentra en un cofre una Maza de la Fe, que le lanza a Jozan. Sin dejarla caer, el clérigo la agarra en el aire y la blande contra el esqueleto, haciéndolo añicos. 

Regdar, que había sido curado por Jozan, se lanza a por el Gnoll, pero justo antes de morir bajo el Martillo de la Libertad, propina un terrible golpe al guerrero que le deja con un solo punto de vida. 

Entonces Lidda encuentra unas Botas de Velocidad con la ayuda de Yondalla. Regdar se las equipa, por ser el más lento del grupo, y se lanzan temerosos y malheridos a la sala final, en la que un numeroso grupo de trasgos les espera. Lidda y Regdar con 1 punto de vida, y Jozan sin puntos de conjuro al haber utilizado el Restablecimiento Mayor.

Para colmo de males, Lidda pisa una trampa de resurrección maligna y el grupo es rápidamente rodeado. Mientras se preparan para fin, Jozan se lanza sobre un grupo de cuatro cofres en una esquina de la habitación, como última esperanza. Elige uno al azar, y resulta que es el que contiene la Esfera de Visión Verdadera. Cumplen con ello el objetivo de la misión, y los trasgos salen huyendo. ¡Épica victoria!


EPISODIO 04: LA LLAVE DE KALLICTAKUS

Un grupo de custodes supervivientes al ataque de las huestes de Angrod apareció en el instante en el que Mialee se disponía a utilizar la esfera, reclamando el objeto. Sin embargo, Jozan les convence para que se la dejen usar, aunque fuera una única vez, como pago por haberla recuperado. Los custodes acceden y Mialee mira, presa de gran nerviosismo. Sólo ella es capaz de usar la Esfera de Visión Verdadera. 


Kallictakus, dijo al fin. Lo han encerrado en la Atalaya de Kallictakus, un lugar mágico. Los ogros tienen la única llave que abre sus puertas. 

El grupo debe entonces recuperar la llave de Kallictakus y abrir la Atalaya para rescatar al Mallbuck. En la salida, en las mismas puertas de la Atalaya, Regdar descubrió con enorme frustración que Mialee tenía razón: las puertas no pueden romperse. Nadie custodia la construcción, porque es impenetrable sin la llave. 


Se meten entonces en la antigua fortaleza de Kallictakus en busca de la llave, y rápidamente son interceptados por un grupo compuesto por un trasgo, un bugbear y un ogro. El combate deja a Mialee muy tocada, y Jozan tiene que usar el Restablecimiento Mayor en la hechicera, para evitar su muerte. Pero ocurre que, de súbito, un golpe terrible del bugbear derriba y mata a Jozan. Lidda y Regdar reciben una soberana paliza antes de matar a los monstruos, y el grupo vuelve a estar muy tocado.


La siguiente sala era providencial. Estaba plagada de trampas de bola de fuego, y Lidda sabía que debía ir primero e intentar desactivarlas, antes de que los bugbears y el ogro le lanzaran sobre ellos. Pero, caprichos del destino, obtiene una mano en el dado de búsqueda de trampas (es incapaz de desactivar las trampas). La partida entra en un momento crítico, que requiere que los jugadores piensen muy bien cada jugada. 

Regdar avanza para bloquear la puerta, mientras Mialee busca en un grupo de cofres. Encuentra entonces una Capa de Corteza que se pone de inmediato. Lidda vuelve atrás, a saquear el cadáver de Jozan, y le toma prestada la Maza de la Fe. 

Pero Regdar es incapaz de contener a los bugbears, que lo destripan sin compasión. Sólo quedan Mialee y Lidda. La hechicera decide emular a Lidda, y recoge las pertenencias del guerrero, pero justo cuando se prepara para lanzar un conjuro, una flecha disparada por el ogro le da en pleno corazón, haciendo que se desplome. 

Lidda, última superviviente, con 2 puntos de vida, agudiza el ingenio y se prepara para protagonizar uno de los momentos más épicos de la historia de MundoMachango. Tiene que pasar a través del grupo de bugbears y ogros, evitar las trampas, encontrar la llave, volver a la Atalaya y abrirla: ella sola. 

Deja que los monstruos se acerquen, y cuando ve la oportunidad, pasa a través de ellos, coge las Botas de Velocidad del cadáver de Regdar, la Capa de Corteza de Mialee, y se lanza a toda velocidad a la sala de la llave, que está rodeada de trampas. 

Antes de entrar a la sala, encuentra un Anillo de las Sombras, que le permite tener dos turnos seguidos. Desactiva entonces las trampas de dardos envenenados (lo que le hace recuperar vida), y consigue la llave de Kallictakus. 

Justo cuando los bugbears están sobre ella, y después de que el ogro fallara una flecha contra ella, Lidda se pone el Anillo de las Sombras (que pierde después), y, usando las Botas de Velocidad se mueve hasta 32 casillas lejos de los bugbears. 

Pero al coger la llave, la alarma salta junto a la Atalaya, y un grupo de trasgos, gnolls y bugbears le esperan.

Lidda, equipada con la Maza de la Fe, las Botas de Velocidad y la Capa de Corteza, se enfrenta a una horda de enemigos brutales que le cierran el paso. Recibe varios golpes, alguno lo aguanta y otro rompe su Capa de Corteza (lo que le evita ser herida),  y tras herir a un bugbear se repliega hasta los árboles, tratando de evitar las emponzoñadas flechas gnoll y manteniendo las distancias con el lento bugbear. 

Está a un paso de la Atalaya. 

La carga de los trasgos la deja al borde de la muerte, pero aún así consigue matar a uno. Los gnolls disparan sobre ella cuando sólo le queda un punto de vida, pero milagrosamente ninguna flecha consigue traspasar su armadura. Con el último esfuerzo, utilizando su habilidad, pasa a través de los monstruos y consigue meter la llave de Kallictakus en la cerradura de la Atalaya, liberando a Mallbuck.

Los monstruos huyen al ver al fiero alguacil emerger de las sombras de la construcción. 

Según el juego, en este punto todos los héroes suben de nivel, a nivel 2.